Tras tratar en el aula el estado general de la educación, nos dividimos en grupos para analizar y debatir sobre un artículo concreto. A nuestro grupo nos tocó el tema de la motivación.
En el tiempo dado dado no nos dio tiempo a analizar el artículo de echo no pasamos de conocernos los miembros del grupo y ni siquiera lo leímos. Por ello daré una opinión limpia, pero quizás sin mucho trasfondo de lo que para mi es la importancia de la motivación en el ámbito educativo.
Es evidente que hay que tratar de mejorar la motivación del alumnado para conseguir que vaya al centro educativo con ganas de aprender y con gusto, no obligado y creyendo que va a pasar un mal rato. Ello implicaría que el alumno o alumna pueda expresarse sin ser coartado o coartada. Aquí encontramos uno de los problemas de nuestro sistema educativo, es muy difícil detectar si el alumnado acude de esta manera al centro educativo sino se cuenta con suficientes medios para ello (no tenemos el mejor ratio de alumnado-profesor, y hay centros con pocos profesionales dedicados a esta labor como orientadores y orientadoras, psicólogos y psicólogas...). Esta labor no puede recaer únicamente en el profesorado.
Y hablando del profesorado y del resto de profesionales de los centros educativos. Siempre que hablamos de motivación, nos centramos en la motivación del alumnado, fundamental sin lugar a dudas, pero ¿qué pasa con la motivación del profesorado y del resto de los profesionales? es más, nosotros que siempre defendemos una educación pública y gratuita, ¿nos preocupamos de que todos estos profesionales de este tipo de centros estén lo suficiente motivados?
En los centros privados y concertados al final se actúa como en cualquier otra empresa, por lo que siempre habrá alguien encima del profesorado observando su trabajo e intentando que no se pierda esa motivación, ya que ¿Cómo vas a motivar al alumnado si el profesorado no lo está?¿rinde igual un profesor o profesora falto o falta de motivación? en cualquier empresa privada todos sabemos que pasaría en estos casos si el problema no se soluciona.
Pero claro en el entorno público es muy diferente, idealmente todo el profesorado debería de estar hipermotivado ya que vocacionalmente sus miembros lo han elegido así. Pero por muy motivado que empieces si año tras año hay falta de medios que te impidan ayudar al alumno o alumna concreto o concretas que se detecte que tiene problema que son necesario abordar, si con alguna recaída en la vocación no hay nadie por detrás que te anime a continuar con tu labor docente, pues es bastante fácil que te acabes acomodando, y por tanto repercutiendo en la motivación y en el aprendizaje del alumnado.
En conclusión volvemos a cerrar el circulo: Se necesitan medios para mantener la motivación del alumnado, pero también se necesita un profesorado motivado para garantizar esta motivación en el alumnado, y esto solo se consigue en un centro educativo con los suficientes recursos.
Hola!! Me ha parecido muy interesante el cambio de perspectiva que le has dado a la motivación, es totalmente cierto que cuando hablamos de esto nos olvidamos de los profesores. Me gustaría añadir, desde el punto de vista de diseñadora, la importancia también del espacio. Para motivar a los alumnos, es necesario que los profesores también lo estén y un buen método para conseguir esto creo que podría ser tener espacios cómodos, agradables, con buena iluminación, que fomenten el trabajo en equipo y la productividad (normalmente los centros no están especialmente bien cuidados o tienen instalaciones anticuadas). No sé qué piensas tú de esto...¿qué te motivaría a ti?
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Totalmente de acuerdo, un entorno amable es fundamental para la motivación tanto de alumnado como de profesorado. Me parece muy acertado tu añadido.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo. Los profesores motivados contribuyen a un ambiente de aprendizaje positivo y estimulante. Los estudiantes se sienten más comprometidos y cómodos en clases donde los docentes muestran interés y dedicación.
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